Jornadas no exhaustivas
El acceso a jornadas laborales no agotadoras es un derecho real, además de ser parte de la protección de la salud física y mental de los trabajadores y trabajadoras y la base para otros derechos fundamentales.

Jornada laboral no exhaustiva
Una jornada laboral no agotadora es fundamental para la calidad de vida de todos los que trabajan.
El tiempo dedicado al trabajo no debe impedir el acceso al descanso, la convivencia familiar y el ocio. La vida más allá del trabajo también es importante para el derecho a la organización sindical y política y para que se puedan crear lazos comunitarios y de solidaridad entre las personas.
A lo largo de los siglos, las jornadas laborales eran largas y agotadoras. Por ello, los trabajadores y trabajadoras se organizaron para reclamar la regulación y la reducción del tiempo dedicado al trabajo sin que ello supusiera un perjuicio para su remuneración.
Varios derechos, como la limitación de la jornada laboral sin reducción salarial, el descanso semanal remunerado, las pausas para descansar, las vacaciones, el pago de horas extras, los permisos por maternidad y paternidad, entre otros derechos, fueron conquistas importantes de los trabajadores y trabajadoras.
Actualmente, sin embargo, a pesar de todo el desarrollo tecnológico y del aumento de la productividad laboral, se ha observado una tendencia creciente hacia jornadas laborales largas y agotadoras.
Estudios sistematizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han constatado el aumento de las horas dedicadas al trabajo. Los expertos de estas instituciones señalan que esta «tendencia pone a más personas en riesgo de sufrir incapacidades relacionadas con el trabajo y una muerte prematura».
Cuando las jornadas son largas, los tiempos de trabajo terminan «invadir» los momentos de no trabajo, comprometiendo la salud y la seguridad de los trabajadores y trabajadoras.
En el trabajo en plataformas digitales, tal y como señalan numerosas investigaciones científicas, esta situación se ha demostrado grave. En el caso de los trabajadores por aplicaciones, las largas jornadas laborales también están asociadas al extenso tiempo de conexión y a la sometida a constantes evaluaciones de rendimiento.
Con el avance del uso de las tecnologías digitales en las actividades laborales, se ha observado cada vez más la dilución de la frontera entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre. Esta situación ha puesto sobre la mesa el debate sobre el derecho a la desconexión y las repercusiones del uso continuo de las tecnologías digitales en la salud mental.
Jornadas laborales prolongadas en plataformas
La clasificación incorrecta que muchas plataformas digitales hacen de sus trabajadores, junto con el uso de la gestión algorítmica, utilizada para organizar y controlar la remuneración, es determinante para que se produzcan jornadas laborales prolongadas en las plataformas.
Esta forma de organización y gestión laboral favorece las demandas de las plataformas, que necesitan mano de obra disponible para garantizar la continuidad y la estabilidad de los servicios que ofrecen. En el otro extremo de esta relación laboral, sin embargo, se encuentran los trabajadores, que no pueden decidir efectivamente sobre la organización y los precios de su propio trabajo.
Por ejemplo: en busca de una mejor remuneración, los conductores y repartidores de aplicaciones encuentran como salida efectiva el aumento del número de horas trabajadas, lo que tiende a repercutir negativamente tanto en la vida familiar y social como en la salud física y mental de estos trabajadores.
En muchas plataformas digitales, entre los factores que influyen en la remuneración de los trabajadores y contribuyen a jornadas laborales agotadoras, se encuentran:
- Distribución de servicios, mediante criterios que no son transparentes para los trabajadores y trabajadoras.
- Determinación de precios realizada exclusivamente por las plataformas;
- Restricciones en la posibilidad de aceptar o no una tarea;
- Remuneración solo por el tiempo que se está prestando un servicio y no por el tiempo total que se está a disposición de las plataformas; y
- Uso de clasificaciones, promociones y bonificaciones para mantener a los trabajadores conectados a las plataformas.

«Desde el punto de vista de los conductores [...], la imposibilidad de ofrecer un servicio propio o de fijar sus propios precios y el control de la [plataforma] sobre todos los aspectos de su interacción con los pasajeros significan que tienen poca o ninguna capacidad para mejorar su situación económica mediante habilidades profesionales o empresariales. En la práctica, la única forma en que pueden aumentar sus ingresos es trabajando más horas mientras cumplen constantemente con las medidas de rendimiento de la [plataforma]».
Tribunal Supremo del Reino Unido: decisión sobre la plataforma de transporte privado de personas
Jornadas laborales prolongadas y accidentes laborales en plataformas
A finales de 2022, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) publicó una amplia investigación sobre el teletrabajo y el trabajo en plataformas digitales.
Entre los diversos resultados presentados, la investigación señaló que los conductores de plataformas digitales trabajaban, en promedio, un 17,1 % más de horas que los conductores que no utilizan estas tecnologías. Sin embargo, la remuneración de los conductores de plataformas era solo un 1,7 % superior a la de los trabajadores que no utilizaban estas tecnologías. Esto indica que la introducción de estas tecnologías supuso un aumento de las horas trabajadas, acompañado de una disminución proporcional de los ingresos de los trabajadores.
Una disparidad aún mayor aparece en la comparación entre repartidores y repartidoras que trabajan en plataformas y los que no lo hacen.
El ingreso mensual promedio de los repartidores por plataforma en 2022 fue de 1784,00 reales por jornadas laborales promedio de 47,6 horas semanales. En comparación con los repartidores no afiliados a plataformas, la diferencia en la jornada laboral era, en promedio, de 4,8 horas más para los repartidores afiliados a plataformas, pero con un ingreso medio que correspondía solo al 80,7 % de los ingresos de los repartidores no afiliados a plataformas.
La encuesta del IBGE también indicó que los trabajadores de plataformas digitales, en sus diversas modalidades, cumplen jornadas laborales que superan las 44 horas semanales habituales en los regímenes de la CLT.
En los casos en que los trabajadores son clasificados incorrectamente como autónomos, además de que la jornada laboral excede lo establecido por la normativa, no se les remunera por las horas extras, un derecho históricamente conquistado.
Es importante destacar que el aumento de la jornada laboral puede tener un impacto aún más exacerbado en los grupos históricamente oprimidos. Entre las mujeres, por ejemplo, la ampliación de las jornadas laborales en las plataformas digitales se suma al trabajo de reproducción social, lo que implica aún menos tiempo para el descanso y el ocio.
Entre sectores marcadamente racializados, la exclusión histórica de los trabajadores negros puede continuar en el trabajo en plataformas digitales.
Investigación publicada en el Boletín Çarê-IEPS n.º 2/2023, titulada Salud de la población negra: mortalidad y accidentes de motocicleta, indica que, a partir de 2016, se produjo un aumento progresivo del número total de accidentes de tráfico. Sin embargo, los datos apuntan a una mayor incidencia de accidentes, hospitalizaciones y mortalidad entre los motociclistas negros. Esto estaría asociado al crecimiento de las plataformas digitales de reparto y a la mayor presencia de trabajadores negros en ellas.